Madrugada dormida que amaneces al día,
levanta mi cuerpo en constante atonía
abre mis sentidos a la ilusión,
a una existencia llena de aflicción.
Despierta nuestros cuerpos al fulgor,
ráptanos del infame visitador.
devuélvenos la esperanza prometida,
no permitas que nuestra alma quede abatida.
Arranca nuestros cuerpos lejanos,
oye nuestros quejidos en el serano,
abraza nuestro sentimiento agudo,
rompe el instante bezudo.
Ampárame a tu lado madrugada querida,
no me dejes en mi alcoba anochecida
Hoy necesito como nunca de ti,
hoy necesito en un instante ser zahorí.
© José M. García Velázquez 2006
febrero 25, 2006
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2 comentarios:
Preciosa foto para enmarcar tan bello post...en la madrugada dormida...Un besote (y muchisimas gracias por tus comentarios en mis blogs,muacksssssss)
me gusta tu escritura, seguire visitandote, fuerza con la pluma!
abrazo enorme,
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