Amada que en silencio te encuentras,
jamás salió una palabra de tus labios,
solo el sonido insinuante, junto a tu pecho,
solo el gemido ardiente de tu pasión.
Amada que te encuentras en tu encierro,
te resignas a la distancia,
enclaustrada en las entrañas,
de la cruel y tormentosa realidad.
Amada, así es que te amo,
sin esperanzas, sin consuelo,
sin tu aroma que despierta en mi,
el deseo de tenerte.
Amada, arrebatas en mi la vida,
arrancas la piel destruida,
de mis sueños y mi alma,
amada, amándote estoy siempre.
© José M. García Velázquez 2006
jamás salió una palabra de tus labios,
solo el sonido insinuante, junto a tu pecho,
solo el gemido ardiente de tu pasión.
Amada que te encuentras en tu encierro,
te resignas a la distancia,
enclaustrada en las entrañas,
de la cruel y tormentosa realidad.
Amada, así es que te amo,
sin esperanzas, sin consuelo,
sin tu aroma que despierta en mi,
el deseo de tenerte.
Amada, arrebatas en mi la vida,
arrancas la piel destruida,
de mis sueños y mi alma,
amada, amándote estoy siempre.
© José M. García Velázquez 2006
1 comentario:
Me gustó mucho la última estrofa...
Amada, arrebatas en mi la vida,
arrancas la piel destruida,
de mis sueños y mi alma,
amada, amándote estoy siempre.
...David
Publicar un comentario