Hacia el sur me dirijo entrada la madrugada,
entre oscuros caminos que me llevan a pensar,
la brisa musical me golpea accidentada,
alejándome entre sueños de mi angustioso pesar.
rampante fue tu amor como incandescente luz,
cual esperanza dormida en la sima de tu esencia,
sensual fue tu presencia ante mi mirada dormida.
comenzamos el ritual del amor sin fronteras.
Tu cuerpo junto al mío fundidos a la vez,
transpirando en soledad esta sed de lujuria constante.
buscando sin control el deseo incitante.
Tus gritos suplicantes de nunca acabar,
el momento sublime de tu castigo agotante.
Tus pechos sudorosos hidrataron mi gusto,
saboreando lentamente el fluido néctar de tu cuerpo
Abierta ante mi tu húmeda y acalorada realidad,
que me invitó plenamente a entrar en tu bondad.
sublime entrada a la morada de tu placer.
Me besaste, me golpeaste, me invitaste a caer,
anclaste tus pies a mi cuerpo encadenado.
cual sentenciada al castigo corporal.
No deseaste la libertad condicionada,
tu apego al castigo fue la fuente de mi deseo.
mi cuerpo echó leña a tu fuego.
No apagaré el umbral de tu venus,
permanecí en la casa de tu eros.
© José M. García Velázquez 2006
5 comentarios:
Unas hermosas letras, sensuales,que llevan a la memoria deseos que fueron inolvidables
Un saludo afectuoso
Luunna
madam
Gracias, que mejor forma de recordar o soñar momentos especiales que un largo viaje en la quietud de la madrugada. Inquietante en todo el sentido...
Gracias por tu visita.
luunna
Los recuerdos gratos solo pueden llegar en momentos especiales. Gracias por tus palabras.
Que lindas palabras, sentimientos y recuerdos que guardas para tu amada.
Se te extrañaba querido amigo, cariños miles,
Coralya
Gracias por tu visita a mi blog, por las sentidas palabras que me has dejado y por darme la ocasión de regresar a este lugar donde el poema brilla.
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