Busco mi alma arrepentida,
arrastrada, maltrecha y herida.
Me encierro en la profundidad
de mi incesante cautividad.
Me arropan las sombras del maleficio,
que me persigue incesantemente.
Me sumerge en un constante vicio,
como víctima de un terrible accidente.
Sentenciado he de estar a una condena segura,
purgando mis pecados atado al eslabón infernal.
Una eterna condición que me llena de amargura
el haber vivido confundido en un inmenso arrabal.
José M. García Velázquez © 2007
1 comentario:
Como escrito... tremendo
Como realidad... triste por demás.
Espero sea sólo un tremendo escrito... saluditos
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